Esta es la historia de Howard Schultz, presidente y CEO de Starbucks, que sacó adelante la compañia con una visión precisa del servicio que quería ofrecer a sus clientes. Hoy en día Starbucks es una cadena internacional que cuenta con más de 20,000 cafeterías en 60 países.
Howard Schultz nació en Brooklyn, New York en 1953, en el seno de una familia humilde. Su infancia estuvo marcada por los problemas económicos, luego que su padre, un conductor de camiones, tuviera un accidente en el trabajo, lo que ocasionó que pierda el empleo con el cual sostenía a toda su familia.
A pesar de las dificultades, Howard siguió adelante, terminó la carrera de Comunicaciones en la Northen Michigan University, luego de costeársela con un préstamo estudiantil y pequeños trabajos, como ser camarero hasta vender su sangre.
Al poco tiempo de graduarse trabajaría como practicante en el departamento de ventas de Xerox. Luego, empezaría a trabajar en Hammarplast, empresa dedicada a la venta de artículos para el hogar; en donde llegaría a ser vicepresidente. Durante este trabajo, conoce a la compañía Starbucks, un pequeño negocio de venta de café que despertó la curiosidad de Howard al pedir grandes cantidades de filtros cono de plástico para café, hecho que llama la atención de Schultz, quien decide visitarlos.
Inmediatamente queda sorprendido por la pasión que los fundadores de Starbucks, Jerry Baldwin, Gordon Bowker y Zev Siegl, tienen por su negocio: la venta de granos y máquinas para café. En ese momento Starbucks contaba con tres tiendas en la ciudad de Seattle. Schultz seguiría en contacto con ellos, hasta que más tarde los convencería de contratarlo como director de Marketing.
Ese mismo año viaja a Milán, Italia, donde descubre la cultura cafetera de ese país, especialmente los espressos y cappuccinos italianos. A su regreso, propone a los socios de Starbucks reproducir ese ambiente en los Estados Unidos incorporando la venta de capuccinos y espressos en las tiendas. La respuesta fue negativa; los fundadores alegaron que ese tipo de negocios no funcionaría en Norteamérica donde el café se estila preparase y consumirse en el hogar.
“Mi conclusión fue que no sólo serviríamos cafés, sino que debíamos crear un ambiente en el que la intimidad de la relación con el espacio y la experiencia del café pudiera cobrar vida”, señala Schultz en su autobiografía.
Siguiendo su visión de negocio, Schultz deja Starbucks y funda en 1985 “Il Giornale”, una cafetería inspirada en ese café gourmet italiano que había llamado su atención. Schultz reconoce que la búsqueda de financiación para abrir su propia empresa “fue una de sus épocas más humillantes, sobre todo, porque no dejaba de escuchar que no valía la pena invertir en su idea de negocio”, recalca en su autobiografía. Sin embargo, siguió adelante y en sólo seis meses Il Giornale ya tenía tres tiendas abiertas y atendía cerca de 1000 consumidores diarios.
Es en 1987 cuando los socios fundadores de Starbucks deciden vender la compañía a Schultz por 3,8 millones de dólares. Schultz, luego de convencer a varios inversores en apostar por Starbucks se convierte en presidente y CEO de Starbucks Corporation, fusión de Il Giornale y Starbucks, que en ese momento contaba con 6 tiendas.
Así se empieza a transformar la esencia de Starbucks, aplicando la visión del café gourmet italiano que había impreso en Il Giornale. Una de las nuevas innovaciones fue la incorporación de nuevos productos en Starbucks como los capuccinos, moccas, lattes y macchiatos.
Además, y esto es quizás el punto clave del éxito de Starbucks, Schultz le agregó a la marca una identidad propia, plasmó la idea de una cafetería “hogareña”, muy bien decorada, con mobiliario y música, que generase una experiencia diferente y única en los clientes, que los hagan sentir como si estuvieran en su “segundo hogar”.
El éxito fue rotundo, Starbucks comenzó a expandirse rápidamente por varias ciudades de Estados Unidos, y en 1996 abre su primera cafetería Starbucks en el extranjero, en la ciudad de Tokio. Por su parte, la primera cafetería de Starbucks en Sudamérica se abrió en Perú en 2003 que actualmente cuenta con más de 70 tiendas en todo el país.
Responsabilidad Social de Starbucks
Starbucks ha sido reconocida por la revista Fortune como una de las “100 mejores empresas para trabajar” en ocho ocasiones, y es que la compañía sigue una política de tratar bien a sus empleados, lo que refleja que Schultz sea uno de los empresarios multimillonarios mejor valorados por sus propios trabajadores.
Entre algunos de los beneficios rescata que Starbucks se encarga de pagar las matrículas universitarias de sus empleados y les ofrece atención médica completa, esto último resalta dado que Schultz no olvida la mala situación que atravesó durante su infancia cuando su padre era pobre y no contaba con seguro de salud luego de su accidente.
Actualmente Schultz tiene una fortuna personal de más de 3000 mil millones de dólares según Forbes, está casado con la diseñadora de interiores Sheri Kersch, su compañera desde 1978, con quien tiene dos hijos. Schultz ha publicado algunos libros como “Pon tu corazón en ello” (1997) y “El Desafío Starbucks” (2008) donde relata cómo se gestó el auge de Starbucks y alcanzó sus metas en los negocios a pesar de los obstáculos.
Howard Schultz marcó el auge de Starbucks con una visión clara del servicio y experiencia que quería brindar a sus clientes. Servicio que marcó la diferencia con la competencia y se convirtió en uno de los pilares de la compañía. Además se preocupó de brindarles una buena atención a sus trabajadores, a quienes llama “socios». Este modelo funcionó y es así que actualmente Starbucks es una de las compañías más grandes a nivel mundial contando con más de 20 000 tiendas y 200.000 empleados en 70 países.
«Arriesga más de lo que otros creen que es seguro. Sueña más de lo que otros creen que es práctico» – Howard Schultz
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